Misión cumplida. Misión pendiente.
La fiesta, la ceremonia social de la jubilación de Cuauhtémoc Blanco fue un éxito.
Pero, la victoria de 3-0, que incluye dos escopetazos de Miguel Layún y complicidades del arquero de Israel, no borra el escepticismo sobre este Tri que apenas comienza sus escarceos premundialistas. La cuenta la complementó Marco Fabián al ’85.
La victoria se vuelve pírrica. Maza Rodríguez, en otra noche de lamentables imprecisiones de todo tipo, encima lesiona del cuello a José de Jesús Corona, y cuya disponibilidad para la gira por Estados Unidos será finalmente evaluada hoy.
CON DOS REPARTOS&
México se vio obligado a jugar bajo dos libretos: para la complacencia de Cuauhtémoc Blanco hasta el minuto 37. Y cuando el insigne Jorobado de Nuestra Señora de Tlatilco abandonó la cancha, empezó a desarrollar la escuela de Miguel Herrera.
Antes, con Cuau en la cancha, el equipo asumió ser el chambelán de la despedida. Y Cuauhtémoc hizo lo que sabe: fantasía. Pidió la pelota, tiro amagues, se inventó dos taquitos, metió un par de balones a los costados y propuso condiciones de gol a un Oribe Peralta que no entendió la invitación al fusilamiento israelí.
Pero en la cortesía, México perdió la esencia de las pretensiones de Herrera. al tener que apegarse a la cadencia otoñal de un jugador que saboreaba el adiós con los coros generosos, ilimitados, solidarios, que llovían desde la tribuna, dejando en claro que la afición no olvida la sangre derramada por sus héroes.
Al salir Blanco, México se acomodó a su partitura. Balones a los costados, con relevos de distracción, en los cuales por lentitud y por falta de conocimiento del rol, ya no podía participar Blanco.
De esa manera, por ejemplo, se genera espacio con la confusión en Israel por los movimientos de los mexicanos, con más volumen en la periferia del área.
Ahí, al 44′, Miguel Layún encuentra los requisitos del fusilamiento: tiempo, espacio y distancia. El resto es parte de su repertorio. La pelota detonada es un bólido con efecto que sorprende al arquero israelí para el 1-0. Y el gol provoca la erupción en la tribuna, anhelante, ansiosa, con las gargantas tibias y dispuestas, ya después de haber coreado las fantasías de Blanco.
BANDAZOS
El regreso a la cancha deja en México un eje de desconcierto. ¿Andrés Guardado como cabeza de área? Fue un sacrificio doble. Porque el jugador no recuperaba balones, no complementaba una cobertura, era rebasado y no negociaba ir al frente con relevos de sus compañeros. Y al desubicarse y dejar de ser productivo, México perdió cualquier posibilidad de traslado, haciendo inútil incluso el recorrido largo de Raúl Jiménez.
Con problemas lamentables del Maza Rodríguez en anticipación, recorrido y coberturas, México debe cargar con un par de soponcios antes de que llegue el 2-0 con la misa fórmula.
Ya consciente de la debilidad del portero Harush, Layún vuelve a atreverse al 65′. Y de nuevo al zapatazo, el arquero israelí acude con indecisión y torpeza técnica y de manos, para recibir el 2-0 que no alcanza, a pesar de ciertos rasgos de mejoría a disfrazar totalmente la inconsistencia de un Tri que evidencia la falta de trabajo.
Para redondear su aciaga tarde, el mismo Maza obliga a un cambio inesperado a México, y tal vez no sólo en la alineación ante Israel, sino en el listado mundialista: lesiona en el cuello a José de Jesús Corona, quien acusa intenso dolor, y obliga a la entrada de un Guillermo Ochoa escoltado por ovaciones y aplausos, que devuelve de inmediato con una atajada.
Con las indicaciones evidentes de no arriesgar y no comprometer la salud, México empieza a dar ruta de distracción al balón, sin exponer absolutamente nada y buscando incluso tocar d primera intención, y las pocas oportunidades que se genera siguen siendo erradas por precipitación en el momento decisivo, hasta que a los 85′ llega Marco Fabián a consumar el 3-0, en una noche en la que no había aparecido más que para entregar balones equivocados.
3-0 el desenlace, pero con el saldo de una actuación poco convincente, la decrepitud del Maza en la defensa y la lesión de José de Jesús Corona.
El Tri viaja este jueves por la mañana con destino a Dallas para enfrentar a Ecuador.