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¿A QUIEN CREERLE?
Con el brutal bombardeo de notas periodísticas, las declaraciones de uno y otro bando, los ciudadanos nos encontramos inmersos en un mar de dudas. Hace días, el Secretario de Finanzas y Administración del gobierno de FAUSTO VALLEJO, informó al pueblo de Michoacán que el monto de la deuda pública heredada por el gobierno de LEONEL GODOY RANGEL, ascendía a 38 Mil 880 Millones de Pesos, que era urgentísimo obtener del Congreso del Estado la autorización para renegociar la deuda y obtener flujo de recursos para la inversión pública. No dijo más.

Aún para los principiantes de política, es necesario que la administración de VALLEJO Y FIGUEROA, explique con más detalle los rubros que integran tal deuda, que señale con precisión, cuales son los conceptos, uno a uno, que al sumarlos, arrojan tal resultado, de otra manera, su dicho será objeto de ataques y desmentidos como hasta la fecha sucede.
Por su parte, en múltiples ocasiones, LEONEL GODOY RANGEL, ha tratado de justificar la deuda contraída, pero sobre todo, establecer montos de deuda infinitamente inferiores a cualquier cifra, dicha y publicada por la federación o el estado. En su libelo publicado en varios medios este jueves 29, GODOY RANGEL se lanza en acusaciones en contra del Secretario de Finanzas y Administración, a quien acusa de falsear las cifras con intereses aviesos, asegura que la deuda contraída por su administración fue de 15 mil 987 millones de pesos y que dicha deuda fue aprobada y legalizada por el Congreso del Estado, señalando además, la Presa J. Mújica, proyectos carreteros y la edificación de centros Penitenciarios, como el destino de los dineros públicos.
A la sociedad michoacana, nos invade la angustia, pues no sabemos a quien creerle, ambos bandos esgrimen sus argumentos, además entre líneas, GODOY lanza la amenaza de incendiar Michoacán y los Diputados del PRD lo apoyan en su amenaza. Lo que sí es cierto, es que el estado y su administración pública, están sumidos en una profunda y grave crisis, que urge una investigación profunda y seria sobre el destino de los recursos estatales y federales, de manera que sí la administración de VALLEJO Y FIGUEROA tiene razón, que se finquen responsabilidades y si no las hay, que se le otorgue el respeto a  GODOY y compinches, asumiendo VALLEJO las consecuencias de su dicho.

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