Lorena Cortés

En Zamora la semana pasada al salir de la secundariaaDiego de 14 años losorprendió un grupo armado, se lo llevó a la fuerza y desapareció.  Sus familiares denunciaron ante la fiscalía y un día después lo encontraron tirado en un predio con varios impactos de bala. Losvecinos de la colonia dicenque lo levantaron por que no quiso jalar con el cartel.

 

El reclutamiento de niñas, niños y adolescentes es una verdadera tragedia,se estima que han sido reclutados más de 30 mil en México, esté infortunio retrata no sólo una debilidad institucionalsino como las autoridades no saben, no quieren y no han podido proteger a los jóvenes de la amenaza más grave que hoy enfrentan el reclutamiento criminal, en donde los adolescentes pasan de ser víctimas a victimarios.

 

A Diego, como a miles de jóvenes les fallo el Estado, les fallo una burocracia omisa que es cómplice del reclutamiento y desaparición forzada y que no sienten empatía ante el dolor de miles de madres buscadoras, se estima que por semana reclutan a 350 jóvenes en México.

 

A los jóvenes en Michoacán los están reclutando principalmenteparaelsicariato, es muy parecido al fenómeno de Zacatecasy Jalisco. EnMichoacán la forma de reclutamiento que prevalece es a invitación entre pares, entre amigos inclusive los propios familiares.

 

El gobierno federal ha gastado más de 90 mil millones de pesos en el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, según con una beca de 6 mil 300 pesos mensuales iban a “rescatar” a miles de jóvenes del crimen organizado, bajo el supuesto de que quienes “no estudian ni trabajan”, con estás becas no se verían involucrados en actividades criminales.

 

Varios expertos que han evaluado el programa han demostrado que no es posible comprobar que Jóvenes Construyendo el Futuro haya prevenido que cada día más jóvenes participen en la delincuencia, muy por el contrario, a escalado la participación de adolescentes y menores de edad en actividades delictivas.

 

De la misma manera la estrategia“abrazos, no balazos”,bajo la premisa de atacar la “raíz del problema” a través de los apoyos sociales como es bien sabido no han dado resultados. Entre otros estudiosel de Alejandro García y Jorge Mariscal demuestran [1] como los indicadores del bienestar para empezar no explican la violencia vinculada al crimen organizado, por lo tanto, por más becas y apoyos sociales que den, no van a dar resultados en seguridad por que de entrada su estrategia no está diseñada para ese fin y está basada en una premisa falsa que criminaliza a los pobres, por el contrario, como lo ha señalado el Doctor en política criminal Pedro Peñaloza, se creó una enorme maza de oprimidos prisioneros del clientelismo electoral.

 

De igual forma todas esas actividades de paseos en bici, los encuentros en las colonias para llevar cine, bailes y pintar caritas a los niños, que a nombre de la prevención del delito se realizan, son buenas para la recreación e impacto en la percepción ciudadana, pero están muy lejos de ser una estrategia seria basada en la evidencia para prevenir el delito.

 

Parafraseado el Senador Germán Martínez en su discurso emblemático del acto cívico del Natalicio del General Morelos, no sólo está lastimada la herencia soberana de Morelossi matan a un policía o humillan a un soldado, si secuestran a un alcalde, si matan a Hipólito Mora, si una madre buscadora no tiene una tumba donde llorar a su hijo,Michoacán también está lastimadopor la clase política tradicional y la burocracia que ha sido incompetente e incurrido en una omisión criminal ante la crisis de inseguridad en donde el Estadolejos de ocupar un ideario[2] que “renueve la vida publica” ocupa un pacto de Estado firme y conciso contra la violencia criminal que le regrese el miedo a los criminales.

[1]https://redaccion.nexos.com.mx/mas-alla-de-abrazos-y-balazos-violencia-marginalidad-y-uso-de-la-fuerza

[2]https://www.michoacan.gob.mx/plan-morelos/.