El asunto de las llamadas autodefensas en nuestro estado, pese a todo lo que diga y sin importar quién lo diga, no está resuelto y las pruebas están en los hechos: recientemente se manifestaron bloqueos en los accesos de las principales cabeceras municipales de los municipios más importantes de la llamada Tierra Caliente; muy recientemente el legendario Hipólito Mora declaró que en nuestro estado existía y funcionaba un desmadre; que por obra y gracia de la mano del muy alto comisionado y prestidigitador, Alfredo Castillo Cervantes, cual mago Mandrake o Davy Cooperfield, a todos los grupos de autodefensas michoacanas, el 10 de mayo los transformó en Guardias Rurales, en Fuerza Ciudadana, en policías de mando unificado; que por la misma mano y misma gracia, los grupos de los extorsionadores en activo, se revistieron de vigilantes de la ley, regresando las extorsiones, los cobros de piso y pago por camión-embarque de fruta y productos vegetales. Esto no sólo lo dice Hipólito Mora; en los diarios de circulación nacional los columnistas escriben sobre las llamadas que reciben de la Tierra Caliente quejándose de la situación que ahora se vive y que para ellos “es peor que en el 2013”.

A todas estas situaciones, el señor comisionado Castillo Cervantes, ha dicho que la Tierra Caliente NO ES MICHOACÁN. Con estas palabras desea expresar que únicamente la Tierra Caliente – específicamente la Ruana es la que está en conflicto -. Y la realidad, tan necia le dio la respuesta el domingo.

El pasado domingo 14 del presente en poco más de diez municipios del centro-sur del estado bloquearon los accesos a sus cabeceras municipales y las razones que adujeron fueron las mismas de siempre: INCUMPLIMIENTO DE LOS OFRECIDO – SALARIO, PRESTACIONES, EQUIPO, SUMINISTROS, UNIFORMES Y PREPARACIÓN POLICIAL. No piden la salida de Fulano ni de Zutano ni menos de Perengano. Sólo, únicamente, que les cumplan. Nada más eso.

Si el señor Alfredo Castillo trajo la encomienda presidencial de resolver el asunto de las autodefensas, bien puede agradecer la confianza y afirmar todo lo contrario a la realidad, pero la verdad, la cercana a la realidad, es que ha fracasado, total, absoluta y rotundamente. Y eso que la política pública – la estrategia como le llaman ahora – ha cambiado y se perfilado como un mando unificado para las 32 policías estatales y, ampliando pata Michoacán, para sus 113 policías municipales, que era el trabajo – encomienda especial, de cirujano político, de Alfredo Castillo.

Al menos en Michoacán el asunto de las autodefensas está viciado no únicamente de origen, sino de planteamiento: 1°.- Carece de perfil de ingreso, 3°.- Ausencia de perfil de egreso. 3°.-Falta de esquema salarios, bonos y prestaciones sociales. 4°.- Sin Planes y programas de estudios de formación y capacitación. 5°.-Total falta de programas de entrenamiento físico, paramilitar y policial, 6°.- Sin armamento, municiones y sin vehículos de transporte ni dinero para 0para alimentación, viáticos-hospedajes de la tropa. 7°.-Sin presupuesto financiero para sostener todo el aparato policial nuevo. En realidad NO SE SABE QUÉ TIPO DE POLICÍAS SE QUIERE, y ni cómo lograrlo y, además y sencillo, qué hacer con los que están en activo. Si todo esto no empieza a resolverse el asunto de las autodefensas continuará y la inseguridad… ¡Bien, gracias!