Hablar de las llamadas autodefensas, policías comunitarias, policías vigilantes está de moda y, particularmente en nuestro estado, porque su cabeza visible, el doctor Manuel Mireles Valverde, regresando en avioneta de Guadalajara sufrió un accidente que por poco le cuesta la vida. En este momento cuenta con la protección de la policía Federal – que curiosamente o coincidentemente contó desde el primer momento de ayuda de instituciones de seguridad pública para su traslada, desde el lugar en donde cayó la aeronave, su peregrinar por las unidades de atención hospitalaria hasta su atención en el Distrito Federal (aunque está el aforismo que afirma que “en política no hay coincidencias, ni casualidades”) -.  Las conjeturas están divididas: 33.3% de que fue un accidente, otro 33.3% de que fue un aviso  y el otro 33.3% de que fue un atentado.

¿A qué se deben las autodefensas, policías comunitarias y vigilantes comunales? Al descuido – por las razones que sean – del Estado, del gobierno estatal, del municipio de ofrecer seguridad pública a la sociedad y este cuerpo, este organismo, este ente social es la respuesta a esa carencia. La sociedad civil le perdió confianza y credibilidad al Estado, al gobierno y a la autoridad municipal: únicamente el 41% de la población civil confía en los militares para combatir el crimen.

Las autodefensas son ilegales, pues le rivalizan al Estado el uso legal del monopolio de la fuerza letal, mas tienen el pleno respaldo de la sociedad de los espacios en los que funcionan y brindan seguridad, un tipo de seguridad a la población.

Ciertamente la inseguridad es sumamente fuerte en todo el país; no hay  grupo social que no esté tocado por una forma de delito; declaraciones van y declaraciones vienen; arriban más y más elementos castrenses, patrullan, hacen rondines, desfilan con su equipo, realizan y publicitan operativos y detenciones de capos, de operadores malosos, pero NO HAY RESULTADOS VISBLES,  SENSIBLES.

Actualmente, y declarado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, funcionan grupos de autodefensas en 13 entidades federativas: Yucatán, Chiapas, Oaxaca, Morelos, estado de México, Michoacán, Guerrero, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Sonora y  Tabasco: vienen de la cuenca de la pobreza – el sur – hacia el centro occidente.

Riesgos: 1°.- Evolucionen y se conviertan en amos y señores de la región y sean lo que ahora combaten.  2°.-Sean lobos con piel de oveja y estén financiados por los malosos. 3°.- Que su origen no sea desarmar a los delincuentes y sí acabar con ellos – se podrían aceptar  –no se concede – si detuvieran a los malosos y los entregaran a los órganos del poder público, pero…con qué autoridad los detendría, mas hasta el momento son muy pocos los detenidos y entregados a las autoridades -.4°.- Evolucionen aun más y sean un riesgo político de disputa del poder político – , convirtiéndose en unidades políticas autónomas como sucedió en Chiapas y ése sería el riesgo mayor, sin dejar de considerar los anteriores.

Esto no es nuevo ni aquí ni en China ni en este tiempo ni en el pasado. ¿Cómo resolverlo? Ofreciendo buenos, excelentes, óptimos resultados en materia de seguridad pública.