Las instituciones de la República, específicamente en el terrible caso de la desaparición de los 43 jóvenes estudiantes de la escuela normal rural Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero, tuvieron dos reuniones singulares con los padres de los jóvenes desaparecidos; una, con el titular del Ejecutivo Federal, Enrique Peña Nieto, quien, oficialmente, les informó lo que hasta el momento las instancias indagatorias y procuradoras de justicia del Estado mexicano tenía certeza; e4sa reunión debió ser fue terrible; ahí se les comunicó la casi segura muerte de sus hijos – entre ellos, dos padres que acompañaban a sus respecticos hijos; la otra, fue una conferencia de prensa con el C. procurador de la República con los medios de comunicación acreditados en la PGR, en donde detalló y respaldó sus palabras con imágenes y declaraciones de quienes fueron los ejecutores de tan terrible obra maléfica y abominable.

Debe llamar la atención que con anterioridad la procuraduría general de la República ya tenía informaciones de los sucesos presentados, pero juzgo necesario y prudente proporcionar la información cuando las pruebas materiales, así como las declaraciones fueran coincidentes y concluyentes y así lo hizo.

Igualmente debe llamar la atención lo juvenil, la corta edad, de los asesinos, todos vinculados con los cuerpos policiales de Cocula y de Iguala, pero formando parte de la nómina del cuerpo delictivo, azote de la región. Al realizarse un perfil de cada uno de los protagonistas de este sangriento hecho, se verá que su formación escolar era limitada, por lo que muy escasa era su cultura, sus valores morales y, especialmente, su horizonte de desarrollo profesional

Además, escuchando la narración de su confesión, llama la atención la naturalidad de su actuación, indicadora de que no era la primera ocasión que realizaban actos de esa naturaleza; con una simpleza, sencillez de sus palabras hablaron y describieron los hechos como si estuvieran cargando sacos de basura o sacos de cal, cemento y arena y estuvieran preparando la quema de basura, de desechos.

Es lamentable, lastimoso y doloroso que la juventud, que, por las razones que sean, varios de sus elementos estén enrolados con la delincuencia y sean los batallones de su ejército.

Para muchos padres de estos jóvenes, no hay 100% de seguridad y mientras exista un 1% de posibilidad de que estén vivos, continuarán con la espera. Están en su derecho, pero los hechos son concluyentes. Al respecto, la PGR, hará llegar a uno de los mejores laboratorios para este tipo de pruebas – en Innsbruck, Austria – los vestigios de estos cuerpos para ofrecer certeza al 100%.

Sin que sea un lema, el brazo de la justicia debe llegar y caer hasta donde sea necesario – sea quien sea – y caer con toda su fuerza, Es necesario dar un ejemplo y un escarmiento para que esto – otro Igualazo-Ayotzinapa – no vuelva a repetirse. No más sangre, no más cadáveres.

Por otra parte nadie debe lucrar con este dolor que corre por las venas de la nación.