La tragedia y el dolor de perder a un hijo ahora se multiplicó por siete.

En una vivienda del pueblo de Santa Cruz Meyehualco en Iztapalapa velaron a los siete niños que murieron quemados luego de que el viernes se incendió su casa ubicada en la colonia Buenavista.

A las 11:20 horas de ayer llegaron los cuerpos. Uno por uno fueron bajados de las carrozas y colocados en el patio de la vivienda marcada con el Lote 8 de la Tercera Privada de Lucio Blanco.

Familiares, amigos y vecinos llegaron al domicilio para dar el pésame a los deudos.

Cuando muere un niño es una costumbre colocar un moño blanco en el zaguán de la vivienda, pero en esta ocasión fueron siete moños los que mostraron la magnitud de la tragedia.

En el patio apenas hubo espacio suficiente para los siete ataúdes, la mayoría pequeños, pero todos blancos.

De izquierda a derecha acomodaron a Diego, de dos años; Miguel Ángel, de 13; Adriana, de seis, Jimena, de cuatro; Plutarco, de 14; Óscar, de dos y Brisa, de nueve años. Fueron velados toda la noche.

Hoy a mediodía los cuerpos serán llevados a la parroquia del pueblo donde se oficiará una misa con los siete cuerpos presentes.

El cortejo partirá posteriormente al panteón de Santa Cruz Meyehualco, donde se preparó una tumba del doble del tamaño normal, con la intención de enterrarlos juntos para que juntos descansen en paz.

Los siete menores, cuatro niños y tres niñas,  murieron durante la madrugada del viernes cuando se incendió la casa de cartón y madera donde vivían, ubicada en la colonia Buenavista en Iztapalapa.

Las autoridades realizan las investigaciones correspondientes para determinar las causas del incendio.