El exdirigente estatal del PRD y exdiputado local, Ranferi Hernández Acevedo, fue encontrado ejecutado junto a su esposa y su suegra al interior de una camioneta que incendiaron y dejaron abandonada en los límites de los municipios de Ahuacuotzingo y Chilapa de Álvarez, en la región centro de la entidad.

El hallazgo de la unidad con los tres cuerpos calcinados se reportó ayer cerca de la media noche en las inmediaciones del poblado de Nejapa y a medio kilómetro de un retén militar, indican reportes oficiales.

Durante la madrugada de este domingo, familiares de las víctimas confirmaron que se trataba del líder del PRD, quien actualmente formaba parte del movimiento que impulsa la candidatura presidencial de Andrés Manuel Lopez Obrador.

Además, los cuerpos de Ranferi Hernández, así como dos mujeres identificadas como Lucía Hernández Dircio y Juana Dircio Acevedo, fueron extraídos de la camioneta calcinada y sus familiares se los llevaron sin permitir que autoridades ministeriales realizaran las diligencias correspondientes, indican los reportes oficiales.

Paradójicamente, el gobierno estatal lleva tres días consecutivos publicitado en medios locales, imágenes sobre “un operativo especial de seguridad” en Chilapa en el contexto del segundo informe de Héctor Astudillo Flores.

Actualmente, esta franja de la entidad es disputada por el grupo de Los Jefes que lidera Zenén El Chaparro Nava Sánchez y la banda de Los Ardillos, dirigida por la familia del dirigente perredista Bernardo Ortega Jiménez, indican reportes federales.

Con la ejecución de Ranferi Hernández Acevedo, suman seis los perredistas encumbrados que han sido liquidados en lo que va del año, entre ellos cuatro exalcaldes y un diputado federal.

Hasta el momento, siguen impunes los crímenes del exalcalde de Acapetlahuaya y exalcalde local, Roger Arellano Sotelo; el exalcalde de Coyuca de Catalán y también exdiputado local, Elí Camacho Goicoechea; el exalcalde Tecpan, Crisóforo Otero; el exalcalde de Zitlala, Francisco Tecuchillo y el diputado federal, Catalino Duarte Ortuño, quien a la fecha sigue desaparecido.

Por su parte, la dirigencia estatal y nacional del PRD, sumidos en escándalos de corrupción y lucha por candidaturas, se ha limitado a exigir justicia en medios de comunicación.