En Michoacán, los “centros de rehabilitación” para adictos al alcohol y las drogas, son necesarios y de cerrarse, se enviaría a la calle a delincuentes en potencia lo que significarían un problema social grave, coincidieron responsables de este tipo de establecimientos ante  diputados.

Mediante un recorrido de trabajo por centros de rehabilitación ubicado en esta ciudad capital, los diputados Presidente e integrante de la Comisión de Salud, Martín Cardona Mendoza y Francisco Morelos Borja respectivamente, levantaron opiniones y coincidencias como la anterior.

Los recorridos de trabajo, se llevan a cabo en el marco de los trabajos que esta Comisión realiza respecto a dos iniciativas de los legisladores tricolores Guadalupe Calderón Medina y Cardona Mendoza que tienen que ver con la regulación de este tipo de centros.

No existe intensión de cerrar estos centros estos, -son necesarios- pero sí, se ocupa de su regulación en base a los servicios que ofrecen y los resultados que aportan regresando a la sociedad a quienes cayeron en las garras de las adicciones y por ello, se sigue trabajando sobre las iniciativas de referencia, señalaron los legisladores.

Actualmente estos centros sobreviven de las aportaciones de los familiares de enfermos internos, de donativos, de servicios sociales y la representación en la mayoría de los casos, de quienes han logrado brincar el muro del horror y muerte al que llevan las adicciones de este tipo y guardan agradecimiento con Dios, con la vida y con la sociedad.

Sobre este tipo de centros se tejen historias de infierno, se fabrican críticas en base a hechos de mal trato, malos tratamientos y terapias  y hasta tortura en algunos lugares y estados de la República pero la realidad, “es la que ustedes ven, en Michoacán estos centros sobreviven con carencias y hasta precariedades pero no, con estos escenarios” señalaron responsables de establecimientos.

En estos lugares acuden los enfermos en la mayoría de los casos por decisión de sus familiares y reciben atención, médica, psicológica y espiritual y hay quienes  luego de un tiempo considerable, son dados de alta y se reintegran a la sociedad, en otros casos, son internos reincidentes en los centros (entran y salen y/o acuden a los servicios de diversos establecimientos) y unos más, no logran cruzar el muro del horror de las adicciones.

Así lo señalan los responsables que consideran que su aportación, “es una manera de agradecer a Dios procurándole ayuda a un alcohólico o drogadicto para que se recupere y viva bien con la familia, sin problemas, sanamente y sobre todo sin adicciones”.

Respecto a las formas de maltrato y castigos, en uno de los cetros el responsable explicó que “los castigos se aplican en base a ejercicio físico, no es fácil lograr la disciplina y esta táctica permite la re oxigenación de su cuerpo y que vayan adquiriendo condición física” dijo.

Los legisladores, concluyeron el recorrido con las aportaciones recabadas y coincidieron en agilizar los trabajos de regulación y no orientar una herramienta legislativa que lleve al cierre de los establecimientos y en consecuencia que los enfermos atendidos en la calle, se conviertan en delincuentes en potencia.

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