Tras afirmar que la paz se construye entre todos, el gobernador Salvador Jara Guerrero, orador oficial del acto conmemorativo del CCIV aniversario del inicio de la lucha de Independencia, convocó a lanzar un grito libertario por la educación para todos los mexicanos; se pronunció por rescatar el legado de Hidalgo de construir un mejor futuro basado en las leyes y políticas públicas y, desde Michoacán, asumir el compromiso de construir un México mejor para las futuras generaciones.

Previo al inicio del tradicional desfile con el que se conmemora el inicio del movimiento libertario, Jara Guerrero expresó un reconocimiento a los michoacanos por su civilidad y es que la paz se construye entre todos, dijo, “la paz sólo se construye cuando cada quien pone lo que le toca y el día de ayer cada quien puso lo que le tocaba”, en referencia a los festejos que en Michoacán se desarrollaron en orden y tranquilidad.

El mandatario recordó la valía de Don Miguel Hidalgo y Costilla y se adentró en el pensamiento del insurgente para tratar de entender su ideología, al tiempo que resaltó la preparación académica del Padre de la Patria, quien -agregó- se rodeó de grandes talentos a los cuales influyó en el cultivo del conocimiento y del compromiso social.

Así, añadió Salvador Jara, en las ideas y proyectos de los insurgentes se encuentra, como común denominador, la fuerte personalidad del cura Hidalgo, quien es la fuerza centrífuga del movimiento independentista.

Añadió que el ideario y liderazgo de Hidalgo fue forjado con estudio y dedicación; fue un líder producto de la mejor educación de su tiempo; no se conformó con el solaz de las ideas de la intelectualidad, tantas veces lejana de la realidad social, supo también acercarse a otras formas de ver el mundo, conoció y reconoció la sabiduría popular, aquella que resulta de la experiencia viva, que sin artificios cientificistas da forma a las cosas comunes y a las trascendentes. De la mano de autores como Molière, El Zorro reconoció la sabiduría del pueblo.

Indicó que la trascendencia del Cura de Dolores está reflejada en los Sentimientos de la Nación, en los que Morelos retoma su ideario, destacando que el presupuesto básico de la democracia es la equidad, todos somos iguales ante la ley, sólo nos distingue la virtud o el vicio de nuestras acciones. Para alcanzar la equidad, dice el Siervo de la Nación, se deben moderar la opulencia y la indigencia.

Y la mejor manera de moderarlas será que el hijo del labrador reciba tan buena educación como la del hijo del más rico hacendado. Para Morelos legislador, las leyes no sólo deben ser dictadas por los más sabios sino que deben ser superiores a todo hombre. Estos son ideales con vigencia total en nuestros días, manifestó el gobernador Jara Guerrero.

El mandatario michoacano expresó en su discurso, pronunciado al pie del monumento a Hidalgo en la explanada del Seguro Social que el insurgente defendió, por sobre todas las cosas, la libertad del hombre. Su primer decreto de Abolición de la Esclavitud, fue sólo el inicio de una lucha por la igualdad y la equidad, una lucha que, desafortunadamente, no ha concluido.

En este punto Jara Guerrero afirmó que no se puede hablar de libertad sin educación, libertad sin empleo, libertad sin seguridad, o libertad sin responsabilidad.

Puntualizó que la libertad que pensó Hidalgo no era solamente la ausencia de límites u obstáculos en el desarrollo de la vida pública, sino que la libertad que pensó el Padre de esta Patria que hoy conocemos como México, es la libertad que da la capacidad real de elegir entre diversas opciones, la libertad que da tener nuestras necesidades básicas cubiertas, la libertad que da saber y sentir que vivimos en un país donde la justicia es más que un discurso.

Destacó que los caminos, las opciones que construyen la verdadera libertad y la transforman de un discurso vacío en una realidad son sencillamente tres: la educación, la salud y el trabajo. Sin educación el hombre no es libre, como no lo es quien no tiene un trabajo digno o carece de servicios de salud.

En un México donde más de 40 millones de hombres y mujeres tienen como principal preocupación el sustento diario, donde hay millones de jóvenes en edad de estudiar que no pueden acceder a las escuelas públicas y, mucho menos, a las privadas, en un país donde nos sentimos amenazados por enemigos sin rostro pero omnipresentes en todas nuestras actividades: como la ignorancia, la inseguridad y la inequidad, los ideales detonadores del Grito de Dolores siguen latentes.

“Nos hemos jactado de presumir que en Michoacán se forjó la Patria, pero ahora es momento de asumir ese legado”, dijo y se refirió a las acciones que el Ejecutivo estatal ha emprendido en coordinación con el Gobierno de la República, las cuales tienen un fin único: recuperar el bienestar de los michoacanos.

Como gobernador, puntualizó, “reafirmo mi tesis, la educación es el medio principal que nos permitirá heredar el Michoacán de trabajo y desarrollo que merecen las presentes y futuras generaciones”.

Especificó que la educación debe instruir a nuestros jóvenes, otorgarles herramientas para el trabajo pero sobre todo debe formar, debe educar en el sentido más amplio, debe transmitirles los valores de respeto a la diversidad de la que formamos parte y a la vez de sentido crítico y solidaridad.

“Pero poco podemos hacer cuando vemos que los jóvenes que quedan fuera de nuestras aulas son presa fácil de modos de vivir deshonestos; cuando vemos que menos de una tercera de los mexicanos y las mexicanas en edad de estudiar tienen acceso a la educación superior; poco podremos hacer si no mantenemos las aulas abiertas”.

“Hoy, subrayó, es momento de volver los ojos a Hidalgo y de lanzar otro grito libertario por la educación para todos los mexicanos”. Don Miguel Hidalgo supo desde sus tiempos de la capacidad transformadora de la educación, por ello, junto con Morelos, buscaron abrir las puertas del mejor vehículo hacia la libertad.

Añadió que la libertad es también uno de los pilares fundamentales de la democracia y un principio ineludible en las sociedades democráticas es el aseguramiento de la libertad de pensamiento y de expresión; la democracia no puede ser un fin en sí misma, sino que es un mecanismo para alcanzar altos objetivos como la equidad y a fin de cuentas el buen vivir para todos; la democracia es construir el camino hacia el bienestar de todos en la equidad y con justicia.

Ante los titulares de los poderes Legislativo y Judicial, Alfonso Martínez Alcázar y Juan Antonio Magaña de la Mora, de manera respectiva, Jara Guerrero reafirmó que ningún mexicano nace deseando empuñar las armas aún con los fines más nobles, “todos deseamos naturalmente la paz, la concordia, la justicia. Miguel Hidalgo lo sabía bien y por ello, buscaba construir un mejor entorno para los mexicanos”.

Las armas, prosiguió, fueron el instrumento excepcional; Hidalgo se preocupó y se ocupó de construir un mejor futuro en las leyes y las políticas públicas. “Hoy debemos rescatar ese legado y volver al compromiso de construir nuevamente desde Michoacán, un México mejor para las futuras generaciones”.

Por ello debemos estar unidos gobierno y sociedad para hacer sonar las campanas de Dolores todos los días para exigir la abolición de la esclavitud que traen consigo la ignorancia, la inequidad y la inseguridad, debemos exigir todos los días la libertad que se construye con las aulas siempre abiertas, con oportunidades y empleos dignos, con seguridad y salud para todos.

Al término del evento los servidores públicos colocaron una ofrenda floral y montaron guardia de honor ante la estatua del Padre de la Patria.

Estuvieron también presentes en la ceremonia el secretario de Gobierno, Jaime Darío Oseguera Méndez; el rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, José Gerardo Tinoco Ruiz; el alcalde de Morelia, Wilfrido Lázaro Medina; el secretario de Educación, Armando Sepúlveda López; la representante de la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo de Michoacán; Mariana Sosa; así como la niña, alumna distinguida de la Escuela Primaria Independencia, Naomi Pedraza.