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El grupo de ‘hacktivistas’ Anonymous ha atacado este lunes la página web del Ministerio de Justicia y la web del gobierno de Reino Unido. Se trata de una nueva acción para apoyar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien se encuentra actualmente en la Embajada de Ecuador en Londres, bajo asilo político no reconocido por el país británico, para evitar ser extraditado a Suecia.

Anonymous ha vuelto a actuar bajo la denominada Operación Libertad para Assange (#OPFreeAssange). El grupo de ‘hackers’ ha lanzado uno de sus particulares ataques de denegación de servicio (DDoS) contra varias webs del Gobierno británico, entre ellas la web del Ministerio de Justicia y la web del gobierno británico. Esta última ya vuelve a funcionar, sin embargo la primera todavía continúa inactiva.

El grupo de ‘hackers’ informó de este ataque este lunes a través de su cuenta de Twitter @Anon_Central. En varios ‘tuits’ aseguraba que ambas webs habían sido atacadas, acompañados de los ‘hashtag’ #OPFreeAssange, #Assange y #WikiLeaks.

Assange permanece recluido desde hace más de dos meses en la embajada ecuatoriana en Londres para evitar ser arrestado por la policía británica, que busca extraditarlo a Suecia. El fundador de WikiLeaks pidió asilo político en este país, sin embargo Reino Unido no lo reconoció por lo que si Assange pone un pie fuera de la embajada será arrestado por las autoridades británicas.

El pasado domingo el propio Assange compareció ante los medios desde el balcón de la embajada arremetiendo también contra el gobierno estadounidense, asegurando que EEUU estaba librando una guerra contra organizaciones como WikiLeaks. “Mientras WikiLeaks esté bajo amenaza, también lo está la libertad de expresión y la salud de nuestras sociedades”, aseguró Assange.

“Pido al presidente Obama que haga lo correcto: Estados Unidos debe renunciar a su caza de brujas contra WikiLeaks”, afirmó.

El asilo de Ecuador marcó el último giro de la tumultuosa travesía de Assange, desde que enfureció a Estados Unidos y a sus aliados en el 2010. A través del portal WikiLeaks filtró cientos de miles de cables diplomáticos y militares de Washington, avergonzando al Gobierno del país norteamericano.