Las instalaciones históricas de la escuela a la que acudió William Shakespeare en su pueblo natal de Stratford-upon-Avon y los restos de la casa de su madurez se mostrarán al público por primera vez en 2016 para celebrar el 400 aniversario de su muerte.

Esa pintoresca localidad del centro de Inglaterra, surcada por el río Avon, se ha volcado en los preparativos del cuarto centenario del fallecimiento del escritor, que nació allí en 1564 y, tras su éxito en Londres, se estableció hasta su muerte el 23 de abril de 1616.

Además de la casa estilo Tudor de su nacimiento, la de su esposa Anne Hathaway y otras tres vinculadas a su familia, que ya pueden visitarse, la fundación que gestiona su legado rehabilitará el colegio Edward VI y New Place, la suntuosa finca donde el dramaturgo vivió sus últimos 19 años.

Lo curioso es que ese edificio ya no existe, pues fue derribado hace años por un notable ciudadano local harto de recibir turistas, así que la fundación ha decidido usar el solar que lo albergó para “evocar la experiencia”, según la directora del proyecto, Julie Crawshaw.

Con un presupuesto de 5.5 millones de libras (7.4 millones de euros), en el terreno que en su día ocupó la mansión del acaudalado Shakespeare se levantará un jardín con diferentes espacios, figuras y monumentos con la intención de recrear “de forma moderna” esa época dorada del autor.

En New Place, situada justo enfrente de Nash’s Hall -la residencia jacobea donde vivió su hija Susanna, y que también se puede visitar-, el dramaturgo escribió 26 de sus 37 obras, lo que se conmemorará con una serie de esculturas y el esqueleto en plata de un barco en honor de “La Tempestad”.

Además de este homenaje a su madurez -cuando gozaba de una fortuna de hasta 300 libras anuales (400 euros, al cambio de hoy), en especial como accionista del teatro “The Globe” en Londres-, los actos por el cuarto centenario incluyen la reapertura del aula donde el maestro estudió en su infancia.

El colegio Edward VI, en pleno centro de Stratford, sigue abierto actualmente como centro educativo para chicos, pero hasta ahora sus históricas instalaciones estaban cerradas al público.

Según explicó el director, Bennet Carr, mediante audiovisuales y una reproducción del mobiliario se explicará “cómo podía ser un día en la escuela en tiempos de Shakespeare”.

El dramaturgo -tercer hijo y primer varón de ocho hermanos- pudo asistir al colegio gracias a que su padre, John Shakespeare, era un próspero fabricante de guantes y tenía además múltiples negocios no del todo claros que al final causaron su debacle (de la que su hijo le ayudó a recuperarse).

“El hecho de que su padre, que llegó a ser alcalde de Stratford, estuviera en buena posición económica durante buena parte de su vida significó que Shakespeare pudo formarse, pues no se le necesitaba en casa para ayudar en el negocio familiar”, explicó Carr.

Otra novedad para el año que viene es la rehabilitación del “Swan Theatre”, propiedad de la Real Compañía teatral de Shakespeare, para que acoja una exposición permanente de vestuario y accesorios, como pelucas, espadas o joyas, que habitualmente se utilizan en las representaciones de las obras del dramaturgo.

En este teatro, que durante todo el año programa obras “shakespearianas” clásicas y modernas, actuaron en su momento los conocidos actores británicos Judi Dench o Ian Murray McKellen, de quienes se conservan trajes y fotografías.

Una salida a Stratford-upon-Avon, a una hora y media en tren de Londres, no puede terminar sin una visita a la tumba de Shakespeare en la iglesia local de la Sagrada Trinidad, donde, bajo una losa de piedra al lado de varios familiares, yace el dramaturgo, con la leyenda de que “no se perturben sus huesos”.