Los científicos europeos lanzaron una sonda el miércoles desde la nave espacial Rosetta, en un intento histórico para examinar la superficie de un cometa, dando inicio a un descenso de siete horas considero como la fase más difícil de una misión de 10 años.

Más temprano el miércoles, la Agencia Espacial Europea dio el visto bueno final para que la separación de la sonda de aterrizaje, llamada Philae, desde Rosetta, que ha estado orbitando al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko desde agosto.

“Ahora depende de la gravedad para que la baje”, dijo el administrador de la sonda Philae, Stefan Ulamec, del Centro Aeroespacial Alemán DLR.

Se prevé que la sonda, que recogerá muestras de la superficie, aterrice en el cometa a eso de las 1530 GMT y se prevé la confirmación del aterrizaje unos 30 minutos más tarde.

Los datos que recoja Philae podrían arrojar luz sobre la formación de la Tierra y otros planetas, debido a que los cometas son restos de la formación del sistema solar hace 4 mil 600 millones de años. Los científicos creen que pueden haber traído gran parte del agua en los océanos de hoy.

Un problema con el propulsor que iba a ayudar a impedir que la sonda rebote de la superficie del cometa implica que sólo podría depender de sus arpones para anclarse en la superficie.

“Hubo varios problemas con las actividades de preparación durante la noche, pero decidimos continuar”, dijo Paolo Ferri, jefe de operaciones de la misión de la ESA.

Los ingenieros diseñaron la sonda sin saber qué tipo de terreno encontrarían en la superficie. Rosetta ha estado tomando fotos del cometa y recogiendo muestras de su atmósfera mientras se acerca al Sol, mostrando que no era tan liso como se pensaba inicialmente, lo que hará más difícil el aterrizaje.

La superficie también es más polvorienta y porosa de lo que se esperaba y el cometa exhala gases sulfúricos.

La sonda necesita aterrizar en un lugar que no sea demasiado polvoriento ni oscuro, de modo que la luz pueda alcanzar sus paneles solares y proveer de energía a sus instrumentos una vez que sus baterías se gasten en dos días y medio.

Si consigue un aterrizaje suave, complementará estudios ya en curso por parte de Rosetta.

Philae incluye experimentos para hacer pruebas sobre la construcción simétrica de las moléculas, o quiralidad. Los aminoácidos en la Tierra son “zurdos” , mientras que el ADN y el ARN son “diestros” . Los científicos quieren saber cómo se compara eso con las muestras del cometa.