Cosas como sentarse y caminar nunca fue tan difícil para Facundo Cabral.

Debido a su “cáncer”, comenta, su esqueleto “está muy golpeado, pero la mente, el cerebro, sigue estando en su lugar”.

Es cierto, la imponente presencia de Cabral quedó atrás, pero en charla con los medios de comunicación impera más el buen humor del cantautor de 73 años, quien dice, “es la vida la que cada mañana te pone de pie”.

A raíz del tumor de páncreas que le detectaron hace un año, y del cual no se ha recuperado totalmente, confiesa, empezó a disfrutar aún más de los momentos extra.

“Es imprudente pedirle a Dios que me dé más tiempo. Ahora, puedo decirle a todos, lo grave es no vivir el presente”.

Facundo Cabral, quien presentará su espectáculo “Vive la independencia” en la ciudad de México el 12 de septiembre en el Teatro Metropólitan, además de Monterrey, Chihuahua, Guadalajara Guanajuato y Puebla, dice, respecto a los festejos del Bicentenario en el suelo azteca, “para mí es una fiesta porque es mi segunda patria y aún así de madreado lo voy a festejar por todo el país”.

Asimismo, con la nostalgia de varios y enormes recuerdos que le ha dejado México, confiesa: “Si hay un final en mi carrera, tiene que ser acá, porque este país siempre me ha dato tanto”.

Sincero, como él se caracteriza, dice hay algunas cosas que le faltó por cumplir, como el visitar Cuba, además, se arrepiente de otras tantas, como el no haber iniciado su carrera musical con algunos años de anterioridad.

“Eso sí, ahora me dan plaquetas (reconocimientos) porque piensan que me va a cargar la chi…”, ríe, con un humor que muestra su tranquilidad ante la vida”.

Hacia la pregunta de cómo ve el panorama de la música de autor, de protesta expresa, su generación “tenía la idea de que queríamos cambiar el mundo, pero fallamos.

La realidad es, cada persona es la que cambia; yo pude cambiar, soy consciente y soy feliz”.