Este año, Brasil tiene puesta la mirilla de varios organismos internacionales que anticipan un estupendo año en lo económico para el país que tuvo la buena suerte de  quedarse con la sede del Mundial de Fútbol 2014.

Yo todavía recuerdo el sorteo entre las lágrimas de la comitiva de los funcionarios españoles y las otras lágrimas, pero de felicidad, de Brasil. El entonces presidente Luiz Inacio Lula da Silva cerró con broche de oro su mandato al conseguir nuevamente la sede del  mundial.

Lo que hay en juego no es únicamente un trofeo,  son miles de millones de dólares, toda una derrama de dinero que beneficia al país local pero que además involucra a miles de empresas del sector privado y también por supuesto es negocio para casi todos los países del mundo, no  encuentro todavía algún país que se niegue a transmitir un partido.

El Mundial de Fútbol Brasil 2014 será celebrado del 12 de junio al 13 de julio próximo y se estima  dejará beneficios por 11 mil 360  millones de dólares, de acuerdo con datos preliminares del Instituto Brasileño de Turismo.

Este ministerio oficial anticipa la llegada de 600 mil extranjeros aficionados al fútbol seguidores de muchos equipos y que harán acto de presencia para apoyarlos y también para disfrutar de la belleza del país carioca.

A lo largo de treinta días habrá diversos partidos de fútbol, desde ahora, la mayoría de las agencias de viaje ofrecen paquetes todo incluido para la copa futbolera con avión, hotel y entradas para determinados partidos.

También hay quien dentro de Brasil se frotará las manos al promocionar una parte de turismo sexual, quizá lo que más dolor de cabeza anticipamos provocará a la presidente Dilma Rousseff y a su  gabinete.

Por no soslayar lo que desde hace meses atrás han venido realizando las autoridades cariocas en relación con la droga en las Favelas y los intentos por reducir los índices delincuenciales.

Cabe mencionar que, a la fecha, Brasil ha gastado aproximadamente 10 mil millones de dólares en construir toda la infraestructura necesaria para organizar un evento de tal magnitud.

Es increíble todo el potencial económico que moviliza un balón,  no hay otro deporte que cale  tan hondo en las emociones del ser humano  al grado de paralizar la actividad económica cuando se disputan determinados partidos.

También tiene sus detractores y sobradas críticas en cuanto a las cotizaciones de los jugadores de fútbol al respecto de  sueldos, salarios y privilegios. El lunes pasado, Cristiano Ronaldo, el jugadorazo del Real Madrid, obtuvo su segundo Balón de Oro, había casas de apuesta para ver si Ronaldo lograba la distinción o Leo Messi, del Barca, conseguiría su quinto Balón de Oro.

Al día siguiente de la ceremonia, diversos analistas conocedores de marcas y clubes, afirmaban que Ronaldo tras obtener el galardón podría duplicar sus ingresos en 2014. Recordemos que Forbes le situó entre los diez deportistas mejor pagados del mundo en 2013 con 44 millones de dólares.
A COLACIÓN

Dinero llama a dinero. Y el Mundial de Fútbol tiene propio imán: tanto Grupo Televisa como TV Azteca incrementaron sus ganancias por encima del 35% coincidiendo con el Mundial de Fútbol de Sudáfrica en 2010.

Entre julio y septiembre de 2010, Televisa, de Emilio Azcarraga,  ganó 174 millones de dólares y el negocio de Sky, cable y telecomunicaciones incrementaron un 30% sus ganancias.

Mientras que TV Azteca, de Ricardo Salinas Pliego, gracias a la copa de Sudáfrica ganó 33 millones de dólares, entre julio y septiembre de 2010.

Pero aquí todos ganan entre sponsors, patrocinadores, diseñadores de marcas, publirelacionistas, estrategas de marketing. Quizá por eso en México casi nos quedamos sin aliento al ver la posibilidad de que la Selección Mexicana de Fútbol quedara fuera del Mundial de Brasil.

Desde Grupo Modelo hasta Adidas que paga 80 millones de dólares por patrocinar la equipación de la selección estuvieron a punto de cambiar su presupuesto para 2014 y su estimado de ingresos de boyante a moderado.

No en balde Adidas es la marca que más camisetas del tricolor vende no únicamente en México sino en todo el mundo.  En el Mundial de Sudáfrica fue la camiseta más vendida con más de un millón 200 mil prendas.

Para Brasil y su mundial también habrá guerra de patrocinadores entre Telefónica de España y América Móvil, de Carlos Slim. Ambos gigantes de las telecomunicaciones son patrocinadores de diversos equipos y por supuesto, han hecho sus cálculos de retribución.  Por lo menos en 2014 tendremos  la alegría que acostumbra darnos un buen juego de fútbol.