Estoy fuera del País, pero atento a lo que sucede hoy en Grecia.

La economía griega fue destrozada por una clase política verdaderamente corrupta, una pésima administración pública, políticas públicas diseñadas fuera del País, con un alto costo social y político, para preservarlo dependiente del exterior, así como de la voracidad de los bancos europeos y su inclusión en una Comunidad Europea, donde unos pocos mandan, y países como Grecia sólo son fuente importante de riqueza que extraen los bancos extranjeros, a costa de la gente, la cual no importa. Por eso ganó Tsipras, cuyo ejemplo asusta por ejemplo, al Gobierno español, cuyas políticas han tenido un costo político, que no han podido, ni podrán revertir electoralmente, menos si los griegos deciden desafiar al poder de la llamada Troika.

Como he comentado para el caso español, parafraseando el título de un buen libro cuyo autor en este momento no recuerdo, estoy fuera del País, “la austeridad mata”. La Soberanía vale sombrilla, se le quieren imponer medidas que corresponden a los congresos locales, que representan a la gente, por ejemplo de carácter fiscal y obligar al Gobierno a una política de austeridad, menores gastos en educación y salud, reducir las pensiones, despidos masivos y baja de los salarios, que literalmente matan a las familias y a su futuro que es lo más importante.

No se cual hay sido el resultado del referéndum que se realizó ayer, si vencen los temores a la exclusión de Grecia de la Comunidad Europea y los ciudadanos votan por el SI; o gana el No, el de la dignidad, que implica problemas inmediatos, pero a la larga mejores resultados para las clases populares y para el propio País. Por el algo dos Premios Nóbel de Economía, Paul Krugman y Joseph Stiglis se manifiestan por el NO.

El lema de los jóvenes en la votación es “con 400 euros al mes nadie vive” y las amenazas de Schulz, Presidente del Parlamento Europeo, es que si gana el NO, Grecia tendrá que tener otra moneda. Es claro en cualquier alternativa el futuro de los griegos será dificl.

Lo que le piden a Grecia son ajustes del gasto de 1.5 por ciento del PIB el primer año, de 3.5 por ciento el segundo, más el 10 por ciento acumulado, aumentando impuestos regresivos coo el IVA y reduciendo aun más lo gastos sociales. Apuestan a superávits primarios crecientes, empezando por 1 por ciento, 2, 3, 3.5 hacia delante. Si se vota el SI hay expertos que pronostican una caída del PIB entre 8 y 10 por ciento. Además se convocarían a elecciones extraordinarias.

Si la gente vota por el NO, vendrán fuertes sacrificios: el corralito, crisis de insolvencia, evaporación de liquidez, crisis bancaria aguda, suspensión de pagos, devaluación, salida de facto del euro, crisis social.

Se estima según el FMI que el rescate costaría 50 mil millones, con el compromiso del Gobierno de Tsipras de pagar, pero el problema sería la confianza de los otros. Pero…

No olvidemos la geopolítica, Grecia está cerca de Rusia, China tiene reservas de capital muy altas, los griegos tienen historia de lucha, de capacidad y de creatividad.

Cada caso es diferente, por ello asombra la virulencia del Presidente español contra los griegos, ya que en su primera prueba electoral no le fue muy bien y a los nuevos partidos o movimientos los han querido acusar de todo, incluso de que de llegar al poder pasaría lo de Grecia.

En suma ojalá el futuro de los griegos sea mejor.

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