Brasil enfrentará a Chile y Portugal a España en la ronda de Octavos de Final.

Portugal y Brasil libraron un duelo muy peleado y parejo que terminó con un empate sin tantos, lo que sirvió al equipo luso para asegurar su pase a octavos y a los sudamericanos para confirmarse como primeros del bloque G, calificado de grupo de la muerte.

El técnico Carlos Queiroz dispuso varios cambios para fortalecer su sector defensivo, mientras Carlos Dunga también utilizó a un conjunto modificado por las ausencias del suspendido Kaká, del lesionado Elano y de su decisión de preservar al delantero Robinho.

Ante 62 mil 712 espectadores, Brasil inició más ofensivo, aunque la presencia de Julio Baptista en lugar de Kaká restó calidad técnica y ofensiva al scracht. Una de las mejores oportunidades llegó a los seis minutos, cuando Dani Alves –quien remplazó a Elano– realizó un disparo ligeramente desviado que asustó al portero Eduardo.

El cuadro luso, cuyo objetivo principal era lograr el boleto aunque fuera con un empate, inició encerrado en su área: se defendía con nueve y aguardaba el mejor momento para el contragolpe.

La primera oportunidad llegó al minuto 15, cuando Cristiano Ronaldo desbordó por la izquierda y definió con un fuerte disparo rechazado con el puño por Julio César.

Nilmar casi inauguró el marcador a los 36 con un tiro que pegó en el travesaño. El sustituto de Robinho volvió a asustar, al 37, con un trallazo que pasó cerca del arco luso. Al minuto 39, Luis Fabiano desperdició una excelente oportunidad, al rematar con un cabezazo desviado un centro de Maicon.

Los intentos de Portugal eran frustrados por la defensa brasileña, que recurrió con demasiada frecuencia a las faltas, principalmente de Felipe Melo, quien se salvó de la tarjeta roja por una dura entrada.

Temeroso de perder al volante, Dunga lo sacó al 44 y le dio a Josue la oportunidad de hacer su debut. La salida de Melo debilitó el sistema defensivo y abrió más espacio para el equipo europeo.

A los 54, el delantero Simao ingresó por el volante Duda, y con ello mejoró el poder ofensivo de Portugal.

Seis minutos más tarde, Raul Meireles desperdició la mejor oportunidad. Tras recibir un despeje de Lucio tras gran jugada de Cristiano Ronaldo, remató con un disparo que el portero brasileño, pese a estar tirado sobre el césped, desvió a córner.

Ronaldo siguió en busca del gol, pero todos sus intentos fueron frustrados por intervenciones de la zaga o por mala puntería.

La batalla perdió ímpetu, pero hubo dos sustos al final. Un disparo del volante Ramires que el arquero Eduardo desvió, y después el portero Julio César le quitó la pelota de los pies a Fabio Coentrao para evitar un gol que parecía seguro.

En los últimos instantes, el público abucheó a los jugadores que parecieron conformarse con un empate que beneficiaba a ambas selecciones.

El árbitro fue el mexicano Armando Archundia, quien fue rebasado por las entradas violentas y tuvo que amonestar a siete jugadores, además de que perdonó la roja a Melo.